
Las calles del Centro Histórico de Puebla fueron reabiertas al tránsito, lo que permitió el regreso del comercio informal, tras más de dos meses de control mediante un operativo con vallas y elementos de seguridad implementado por el Ayuntamiento de Puebla.
Fin del operativo y regreso del comercio ambulante
El 14 de octubre, las calles del Centro Histórico amanecieron libres de vallas metálicas, permitiendo la instalación de ambulantes en varias zonas del primer cuadro de la ciudad. Estas medidas de control se habían iniciado el 9 de agosto bajo la administración del alcalde Adán Domínguez Sánchez y con el apoyo de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), para frenar el comercio informal.
En un recorrido realizado en la zona, se observó que la circulación se restableció desde la calle 2 hasta la 12 poniente-oriente y entre la 2 y 5 norte, lo que facilitó la ocupación de espacios por vendedores informales, quienes ahora ofrecen artículos como ropa y calzado de temporada.
Cambio de administración y críticas al operativo
El operativo finalizó días antes del relevo administrativo, pues el 15 de octubre Adán Domínguez entregará la alcaldía al nuevo presidente municipal, Pepe Chedraui. Aunque el alcalde saliente había asegurado que las medidas contra los ambulantes se mantendrían hasta el final de su mandato, la presión de los comerciantes establecidos fue un factor relevante en su decisión.
Los comerciantes formales del Centro Histórico, junto con la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), exigieron el fin del operativo debido a que el cierre de calles afectaba severamente sus ventas.
Impacto en restaurantes del Centro Histórico
La Canirac, liderada por Carlos Azomoza, denunció que la venta en restaurantes del Centro Histórico disminuyó un 40% durante el periodo en el que se ejecutó el operativo. Según Azomoza, los fines de semana fueron los días de mayor pérdida económica, catalogando el cierre de calles como un error. Sin embargo, el alcalde Adán Domínguez negó que las restricciones hubieran afectado de forma significativa al sector restaurantero.